Joy Roberts - 3 de junio de 2024
Todas las mañanas, los estudiantes entran en las vistas y los sonidos de un nuevo día escolar. La salpicadura de las mochilas por el césped de la escuela y las sombras de los blue jeans en el pasillo se convierten en constantes y coeficientes en un complejo conjunto de ecuaciones:
¿Pertenezco aquí? ¿Estoy a salvo? ¿Mis compañeros y profesores se preocupan por mí?
Dios nos ha programado para la comunidad. Apenas dos capítulos después del Génesis, se declara un problema profundo: «No es bueno que el hombre esté solo» (Gn 2,18). Y aunque seguimos evolucionando hacia la generación de humanos más conectada tecnológicamente, estas herramientas digitales cada vez más accesibles no han hecho más que ensanchar el valle de nuestra desconexión social colectiva. Dios nos ha formado con un profundo deseo de pertenecer. Estamos diseñados para anhelar la conexión.
Los estudios demuestran que cuando anhelamos la interacción social, nuestros cerebros se activan en la misma región donde vemos actividad cuando anhelamos comer (Tomova et al., 2020). La exclusión social también se manifiesta en la misma parte de nuestro cerebro donde registramos el dolor (Macdonald, Leary, 2005).
Como educadores, podemos marcar la diferencia en la vida de nuestros estudiantes. Los estudiantes que se sienten vistos, conocidos, amados y cuidados en la escuela tienen más probabilidades de tener un mayor éxito académico, automotivación y la voluntad de seguir intentándolo cuando las cosas son difíciles (Freeman, Anderman y Jensen, 2007). Las relaciones actúan como una barrera protectora para nuestros estudiantes. Estas conexiones significativas que hacemos con nuestros estudiantes los ayudan a manejar el estrés y la ansiedad mientras desarrollan su capacidad para ser resilientes cuando se enfrentan a situaciones desafiantes (Durlack et al., 2017). El poder de la pertenencia es profundamente bello; nuestras relaciones con nuestros estudiantes son la manifestación del diseño perfecto de Dios para Sus hijos. Juntos somos realmente mejores.
No es solo a través de nuestras palabras, sino a través de nuestros saludos matutinos y notas alentadoras, nuestra cuidadosa configuración del aula y el modelado de amabilidad, nuestras lecciones atractivas y nuestro entrenamiento amable que les decimos a nuestros estudiantes que estaban destinados a estar en mi salón de clases, y me alegro de que estén aquí. Y un niño que cree en ese mensaje es un niño que contagia ese sentido de pertenencia a sus compañeros. ¡Nuestras aulas son como una cajita - de cultivo - de Petri! A través de un estudiante que pasa un momento con un adulto cariñoso, se enciende la chispa de la pertenencia.
Aquí hay cinco formas sencillas de construir un sentido de pertenencia en su salón de clases.
1. Registro diario: Esta herramienta de registro diario es una breve ráfaga de tiempo para que se conecte con sus estudiantes y comprenda cómo se presentan en su salón de clases. Esto se puede hacer individualmente con un estudiante, o puede ser una actividad en el aula. La práctica de comunicarse entre sí crea comunidad y conexión. Enseña a los estudiantes a reconocer sus propias emociones y sentimientos y los equipa para conectarse con los demás. Cuando los maestros reconocen las emociones de sus estudiantes, demuestran cuidado y preocupación por ese estudiante; Los estudiantes se sienten vistos y conocidos. Estas son algunas formas en las que puedes reconocer las emociones de tus estudiantes:
1. Haz preguntas abiertas: "¿Hay algo en el día de hoy que haya sido difícil para ti?"
2. Usa frases en primera persona: "Sé que estás enojado; No es divertido sentirse abrumado".
3. Valida sus sentimientos: "Puedo entender cómo eso podría molestarte".
2. Cálidas bienvenidas y participación de los compañeros: Una cálida bienvenida marca la pauta para que cada estudiante se sienta visto, escuchado y conocido, creando un ambiente de aprendizaje positivo y seguro. Este hábito moldea la forma en que los estudiantes se relacionan entre sí y desarrolla un sentido de identidad y pertenencia colectiva. Aquí hay una presentación de diapositivas con 14 formas rápidas y sencillas de fomentar las conexiones entre pares. 14 quick and easy ways to foster peer-to-peer connections
3. Temas de conversación significativos: Los temas de conversación crean espacio para discusiones abiertas para que los estudiantes puedan responsabilizar a sus compañeros, demostrar habilidades de escucha activa y tener conversaciones significativas. Las señales manuales no verbales son gestos que permiten a los estudiantes participar en la conversación en el aula de manera respetuosa, ordenada y comprometida. Esta herramienta permite que todos los estudiantes participen y sean escuchados. Echa un vistazo a esta herramienta de conversación gratuita para tu salón de clases. https://www.friendzy.co/friendzy-freebies/friendzy-meaningful-converstations
4. Utilice nombres: Nuestro cerebro recibe una dosis de dopamina cada vez que escuchamos nuestro nombre. Saludar a los estudiantes cuando regresan del almuerzo y durante el día les ayuda a sentirse reconocidos y valorados.
5. Orar juntos: Orar en grupo permite a los estudiantes apoyarse unos a otros compartiendo sus cargas y alegrías. Esta rutina fomenta un sentido de pertenencia, ya que los estudiantes se sienten reconocidos y escuchados tanto por Dios como por sus compañeros.
El concepto de pertenencia tiene sus raíces en el mandamiento más importante que se encuentra en Mateo 22:37-39:
“‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es así: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo'”.
Cuando creamos aulas que fomentan la pertenencia, los estudiantes experimentan el amor de Dios y se les anima a extender ese mismo cuidado a los demás.
Sobre el autor:
Joy Roberts es una emprendedora innovadora y cofundadora de Friendzy, una organización sin fines de lucro centrada en el aprendizaje socioemocional. Con una pasión por la educación holística, Joy ha dedicado su carrera a desarrollar e implementar un marco de desarrollo social, emocional y académico para las aulas de PreK-8. El plan de estudios de Friendzy enseña habilidades cruciales como el respeto, la confianza, la resolución de problemas, la comunicación y el pensamiento crítico, todas esenciales para el éxito de los estudiantes tanto en la escuela como en la vida.
Referencias
Durlak, J. A., Domitrovich, C. E., Weissberg, R. P., & Gullotta, T. (2017). Manual de Aprendizaje Social y Emocional: Investigación y Práctica. La Prensa Guilford.
Freeman, T. M., Anderman, L. H., & Jensen, J. M. (2007). Sentido de pertenencia en los estudiantes de primer año de la universidad a nivel de aula y campus. Revista de Educación Experimental, 75(3), 203–220. https://doi.org/10.3200/JEXE.75.3.203-220
Macdonald, G., & Leary, M. R. (2005). ¿Por qué duele la exclusión social? La relación entre el dolor social y el físico. Boletín Psicológico, 131(2), 202–223. https://doi.org/10.1037/0033-2909.131.2.202
Osterman, K. F. (2000). Necesidad de pertenencia de los estudiantes a la comunidad escolar. Revista de Investigación Educativa, 70(3), 323-367. http://proxymu.wrlc.org/login?url=https://www.proquest.com/scholarly-journals/students-need-belonging-school-community/docview/214111717/se-2
Tomova, L., Wang, K.L., Thompson, T. et al. El aislamiento social agudo evoca respuestas de antojo del mesencéfalo similares al hambre. Nat Neurosci 23, 1597–1605 (2020). https://doi.org/10.1038/s41593-020-00742-z
El poder de pertenecer