Si entras a nuestra sede de ACSI en Colorado Springs, Colorado, verás inmediatamente esta Escritura en la pared:
“Contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor, su poder y las maravillas que ha hecho” (Salmo 78:4).
Esta es una Escritura preciosa para ACSI, ya que reconocemos una parte clave de por qué existimos. A lo largo de la historia del pueblo judío, Dios fue muy intencional en asegurar que Su pueblo recordara los eventos clave que demostraron Su fidelidad y bondad hacia ellos. La Pascua celebra la liberación de los judíos de Egipto por parte de Dios en los días de Moisés, y Purim celebra la liberación de los judíos de Amán por parte de Dios en los días de Ester. Nuestras propias fiestas cristianas, como la Navidad y la Pascua, siguen ese modelo de conmemoración con el nacimiento, la muerte, el entierro y la resurrección de Cristo.
Uno de los mayores beneficios del recuerdo es que podemos retroceder a momentos en el tiempo, ya sea en nuestra vida o a lo largo de la historia, para recordar lo que el SEÑOR ha hecho. Cuanto más nos alejamos de los momentos en que Dios actuó en nuestras vidas y a lo largo de la historia, más propensos somos a crear nuestras propias narrativas basadas en sentimientos, circunstancias y normas culturales actuales.
En cambio, mediante la remembranza contemplativa y devota, recordamos todo lo que creemos y por qué, atravesando la inestabilidad de nuestra condición actual y restableciéndonos en la Roca de los Siglos. Esto nos da confianza en que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, y que su fidelidad y bondad en el pasado se extienden aún más hacia nuestro presente y futuro.
Muchas veces en la Escritura , Dios llama a que se establezcan recordatorios tangibles de acontecimientos importantes. En Josué 4:1-8, Dios ordena a los israelitas que crucen el río Jordán, que Él detuvo milagrosamente para permitirles cruzar. Josué ordena a los representantes de las 12 tribus que tomen piedras del lecho del río. Estas piedras se colocan más tarde en la Tierra Prometida en Gilgal como un monumento a la fidelidad e intervención de Dios. Más adelante en el capítulo, la historia continúa:
“El pueblo cruzó el Jordán el décimo día del primer mes. Después acamparon en Gilgal, al oriente de Jericó. Fue allí, en Gilgal, donde Josué apiló las doce piedras que había tomado del río Jordán. Entonces Josué les dijo a los israelitas: “En el futuro, sus hijos preguntarán: ¿Qué significan estas piedras?”. Y ustedes podrán decirles: ”Aquí es donde los israelitas cruzaron el Jordán sobre tierra seca”. Pues el Señor su Dios secó el río a la vista de ustedes y lo mantuvo seco hasta que todos cruzaran, tal como hizo con el mar Rojo cuando lo secó hasta que todos terminamos de cruzar. Lo hizo para que todas las naciones de la tierra supieran que la mano del Señor es poderosa, y para que ustedes temieran al Señor su Dios para siempre”. Josué 4:19-24
Las piedras conmemorativas se pueden adaptar de muchas maneras. Están las celebraciones cristianas tradicionales, los sacramentos y otras valiosas repeticiones anuales del calendario de la iglesia. Pero también se pueden crear en familia. Parte de cómo mi familia celebra la Nochevieja es seleccionar 100 imágenes y videos que representan los momentos más significativos de este año. Siento a nuestra familia (nuestros hijos tienen cinco años o menos) y ponemos las selecciones en nuestro televisor. Una por una, las revisamos, y nuestra familia participa compartiendo lo que recuerda de esos momentos. Más tarde, cuando nuestros hijos están en la cama, mi esposa y yo cocinamos una comida juntos y recordamos el año pasado celebrando la fidelidad de Dios a través de cada altibajo. Oramos unos por otros y esperamos con ansias lo que Dios hará a continuación, con fe esperando otro año en el que podamos atravesar juntos para la gloria de Dios.
Muchas personas miran hacia el pasado y deciden apegarse a él. Pero el SEÑOR nos llama a mirar hacia atrás con el propósito de mirar hacia adelante. Recordar la fidelidad y la bondad de Dios, incluso si las cosas no han ido bien recientemente, puede llenarte de esperanza y expectativa de que Él redimirá el pasado mientras cantas las obras dignas de alabanza del SEÑOR.
En 2025, tómate un momento para detenerte y colocar piedras conmemorativas entre tus familiares y las personas más cercanas a ti. Cuéntale a la próxima generación sobre la Cruz, la Tumba y la Resurrección. Cuéntales cómo Dios te rescató de las profundidades de la desesperación, de las garras de tu pecado más oscuro y del desastre que surgió de tu orgullo y egoísmo.
De cara al futuro, el año 2025 estará lleno de oportunidades y desafíos, y no sabemos qué nos deparará. Pero prepárate para el final del año tomando la decisión en tu corazón de recordar lo que Dios ha hecho y celebrar lo que Dios está haciendo, sacando piedras del lecho del río y llevándolas a la tierra prometida. Solo Dios sabe cómo la historia de tu año 2025 puede repercutir en las generaciones venideras, en los oídos de personas que tal vez nunca conozcas, a medida que se encuentren con Jesús a través de las historias que conmemoras.
Acerca del autor:
Chris Loncar es Vicepresidente de Recursos Humanos de ACSI. Pasó los primeros 10 años de su llamado como pastor antes de pasar al campo de los recursos humanos, una combinación que le ha dado un enfoque versátil y reflexivo para dirigir la función de RR.HH. de una organización. Tiene una licenciatura en Gestión de Recursos Humanos y es un Profesional Certificado Sénior por la Society of Human Resources Management. Su pasión es fomentar entornos y crear oportunidades para que los empleados prosperen en lo que están dotados para hacer, ayudándolos a asesorar, capacitar, alentar e inspirar. Reside en Colorado Springs, Colorado, con su hermosa esposa y sus tres hijos pequeños.
Piedras conmemorativas